Lentes de Contacto Multifocales

 

Lentes progresivas o multifocales

Las lentes de contacto progresivas o multifocales ayudan a ver bien a todas las distancias.

A partir de los 40 años el cristalino pierde flexibilidad y por tanto su capacidad de acomodación, lo que hace que la visión cercana se vea comprometida. Esta deficiencia visual es conocida como presbicia o vista cansada.

Las lentes progresivas son recomendables para aquellas personas que precisen, por el motivo que sea, una graduación para ver de cerca diferente a la que ha de usar para ver de lejos.

Las personas que estén acercándose a los 40 años de edad (o los hayan pasado) o que por cualquier otro motivo hayan de utilizar una compensación óptica de cerca diferente a la de lejos y quieran tener un sistema visual eficiente, pueden usar lentes de contacto progresivas o multifocales con las que verán bien a todas las distancias.

Lentes vs Gafas

Hay cosas importantes a tener en cuenta.

A favor de las gafas

A.- La asepsia

Con las lentes de contacto se ha de ser más escrupuloso a la hora de limpiarlas y mantenerlas.

B.- La manipulación

Ponerse y quitarse una gafas es más sencillo que ponerse y quitarse las lentes de contacto. Sobre todo al principio, después ya “es cosa” de segundos; en el video siguiente,  se puede ver  a un niño con 5 años recién cumplidos quitándose sus lentes de contacto en 18 segundos. http://youtu.be/_V4tJ1kY5cg

A favor de las lentes de contacto

A.- La oculomotricidad

Una persona sin compensaciones ópticas puede tener una amplitud en sus movimientos oculares hasta 150-165º.  Si se pone gafas, pasa a tener una amplitud en los movimientos, con visión nítida, mucho más pequeña: entre 30º y 50º; la amplitud de los movimientos oculares se reduce a la tercera parte al usar gafas. Permítanme poner un ejemplo quizás un poco burdo pero explícito: es como si estuviésemos acostumbrados a dar pasos de unos 30 cm y nos pusiésemos una falda de lycra estrecha y larga con la que solo pudiéramos dar pasos confortablemente de unos 10 cm y la llevásemos puesta un montón de horas, durante días, semanas, meses y años…..

Con lentes de contacto la amplitud de los movimientos oculares es casi la misma que si no se lleva nada.

Si se puede, debemos de facilitar que los ojos de nuestros niños se muevan en libertad y eso solo se consigue usando lentes.

B.-  La percepción del tamaño de las cosas

La distancia que queda entre las lentes de las gafas y los ojos, hace que “las cosas” las veamos a otro tamaño. Los miopes las ven un poco más pequeñas y los hipermétropes un poco más grandes; la cuantía del cambio de tamaño depende fundamentalmente de la graduación.

Obviamente es aconsejable que nuestros niños – y adultos-  vean el mundo a “su tamaño”.

C.- La percepción periférica

El campo periférico suele estar mejor enfocado usando lentes de contacto, que utilizando gafas. Ayuda el hecho de que las lentes se mueven con los ojos.

Por eso los deportistas de élite no llevan gafas….

D.- La limitación de actividades

Un estudio reciente realizado por la Universidad Europea de Madrid (UEM) afirma que existe un 75% de niños menores de 16 años, usuarios habituales de gafas graduadas, que no practican deportes por miedo a romper sus gafas. Los usuarios de lentes de contacto blandas, prácticamente no tienen este problema. El  citado estudio también revela que un 30% de los menores necesitan algún tipo de corrección visual y que no la llevan por miedo al acoso que pueden sufrir en el colegio. Aunque creemos que este problema es cada vez menor, la actitud de niños y adultos ante el acoso, ha de ser: tolerancia 0.

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