Testimonio de la recuperación de un ojo al 100% con terapia visual

El principal objetivo de este post es hacernos eco de un testimonio particular de uno de nuestros pacientes de terapia visual. Su madre, quien muestra agradecimiento a todo el equipo de Confort Visión, especialmente a Alicia y Olga, quiere dar a conocer su historia: cómo su hijo recuperó el 100% de su agudeza gracias a la terapia visual.

En Confort Visión creemos que es necesario informar a todos los padres que lleguen hasta aquí buscando respuestas a los problemas de sus hijos. Con este post, esta madre –Cristina Arévalo-quiere poner su granito de arena para que se conozca un poco más la terapia visual y el nombre de los profesionales que la realizan: los optometristas comportamentales.

“Mi experiencia en Confort Visión comenzó por casualidad, mi hijo de 6 años tenía un problema de agudeza visual y aun usando gafas, no alcanzaba a ver más del 50%.

Al principio, llevé a Samuel, que así es cómo se llama, a otro centro optométrico, donde lo ayudaron muchísimo, y mejoró otros aspectos relacionados con su problema, sin embargo, su agudeza visual no se estabilizaba, llegaba hasta el 70-75%, y en cuanto nos relajábamos un poco, volvía a bajar.

Mi inquietud me llevó a leer muchas cosas y a buscar otro centro porque yo ya había perdido la confianza, la ilusión y la motivación al ver que después de casi un año, Samuel se había estancado, y pensé que, como en tantas ocasiones ocurre, quizás necesitábamos un cambio. Fue entonces, cuando buscando en Internet, llegué a Confort Visión. Leyendo las críticas de otros pacientes, que eran muy positivas, tuve la esperanza de que pudieran ayudar a Samuel.

Mi hijo tenía astigmatismo, y aunque en el centro al que acudía ya me habían informado de que presentaba una miopía incipiente, ninguno de los 3 oftalmólogos que revisaron a Samuel lo habían detectado. Esto me demostró que, a veces, como madre, se deben tomar decisiones difíciles porque cuando se consultan varios especialistas, puedes encontrarte con diversas opiniones, y la elección final recae en uno mismo.

Esta perspectiva me agobiaba muchísimo, pues en mi caso tenía que decidir yo sobre los ojos de mi hijo, sin saber cómo veía realmente él, ya que mi marido confiaba plenamente en mí, no puso pegas a nada y tuve su apoyo en todas en las decisiones que en cada momento creí que debíamos tomar. Finalmente, mi intuición me llevó a buscar ese cambio y a confiar en Confort Visión.

A pesar de las diversas opiniones de los especialistas, ya que unos me decían que no presentaba miopía, otros, en cambio, afirmaban que sí, pero que no le debíamos compensar con gafas para que no le aumentase, Olga, directora de Confort Visión, lo tenía claro:  había que compensarle la miopía a Samuel. Sin embargo, yo tenía reticencias, ya que a la hora de visitar a su oftalmólogo no quería asistir con una graduación totalmente diferente a la que este me había señalado.

Olga y Alicia, respetaron y entendieron mi inquietud, y encontraron otra solución alternativa: empezar la terapia de Samuel sin modificar la graduación, es decir, solo con el astigmatismo, y así lo hicimos durante los dos primeros meses, en los que mejoró su agudeza visual al 80% y, además, la mantenía constante, que era lo más importante.  Fue en ese momento en que me dijeron que había que compensarle la miopía para seguir avanzando, y al mismo tiempo, me sorprendió su oftalmólogo, ya que me comentó que ahora veía claramente la miopía de Samuel, ante lo que yo sentí alivio porque ambas graduaciones coincidían. Con sus lentes correctamente graduadas, mi hijo continuó mejorando con la terapia visual, y a pasos agigantados. 

Hubo un momento en que mi situación se complicó por mi trabajo, obligaciones, problemas familiares y la atención a mis otros dos hijos, pero en Confort Visión fueron muy considerados conmigo preocupándose por mi bienestar y nos bajaron el ritmo de ejercicios de mi hijo.

En resumen, han sido 6 meses de mucha constancia y esfuerzo a todos los niveles, pero ha merecido muchísimo la pena por el gran resultado: mi hijo ha alcanzado un 100% de agudeza visual y fue dado de alta, aunque realizando ejercicios de mantenimiento de manera muchos más relajada en casa durante los próximos 6 meses. Así, Samuel afianzará todo lo aprendido para que no haya un retroceso. 

Por mi experiencia tan positiva, animo a todos los padres a acudir a Confort Visión para consultar cualquier problema de visión de sus hijos. Durante la terapia, realizan un seguimiento completo del trabajo en casa y están pendientes de resolver cualquier duda o problema.

También os recomiendo a hacerles revisiones anuales oculares a vuestros hijos, ya que son muchísimas y muy diversas las maneras en las que puede presentarse un problema visual.

En el caso de mi hijo, él veía aparentemente bien y no habíamos detectado nada, de hecho, es un niño muy ágil, con mucha destreza en los deportes, lee bien y en el cole va fenomenal. Sin embargo, en mi familia hay antecedentes familiares de miopía y astigmatismo, así que por recomendación de su pediatra -mi hijo mayor también lleva gafas-, le llevé a revisión con un especialista y fue cuando, al dilatarle la pupila, vieron la baja agudeza visual que tenía.  Es decir, nunca hay que fiarse de cómo «parece» que ven ellos, ya que los niños son camaleónicos y tienen una capacidad de adaptación brutal.

Por eso quiero agradecer su labor a Olga y Alicia, sin olvidarme de la amabilidad de Elián y su trato tan cercano: gracias por vuestra profesionalidad, por vuestro trabajo y dedicación, por vuestro cariño, por vuestro interés, por vuestra implicación personal, por apoyarnos en todo el proceso y darnos un empujón anímico en los momentos de debilidad. En definitiva, gracias por «existir», y sobre todo, por hacernos «ver» mejor.

También tengo que darle las gracias a Samuel, pues es muy metódico y responsable, y aun cuando el cansancio se apoderaba de mí, él me recordaba que teníamos que trabajar, así que ¡estamos todos muy orgullosos y contentos con su esfuerzo!”

 

Cristina Arévalo

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