La ambliopía, conocida comúnmente como ojo vago, es una disfunción visual que restringe las habilidades del individuo para recoger, procesar, analizar y responder a la información visual.

Suele aparecer en la primera infancia y se manifiesta como una disminución de la agudeza visual en uno de los dos ojos (o poco frecuente bilateral), en ausencia de anomalías patológicas. Esto hace que ese ojo no desarrolle correctamente todas las habilidades visuales, por lo que afecta a los movimientos oculares, la fijación, la acomodación, la localización espacial, la velocidad de percepción, la coordinación binocular y con ello la visión tridimensional.

En ocasiones el paciente puede tener mucha diferencia de graduación entre ambos ojos o tener asociado un estrabismo. En ambos casos, el sujeto suele suprimir la imagen del ojo ambliope. Por lo tanto, aunque es una manifestación unilateral se trata de un problema binocular. Una baja percepción de la profundidad afecta a la habilidad de determinar las distancias entre objetos y de ver el movimiento preciso en el espacio tridimensional.

Son muchos los adultos que, por diversos motivos, no han recibido un tratamiento adecuado para solucionar su ambliopía durante la infancia y esta disfunción visual les genera dificultades en su vida cotidiana (por ejemplo: servirse un vaso de agua, refieren que son “torpes”, se tropiezan con las cosas, tienen inseguridad al conducir, tienen problemas de coordinación ojo-mano por lo que no se sienten hábiles en deportes, etc.). Hace años se pensaba que solo se podía rehabilitar en niños hasta los nuevo o diez años. Hoy en día sabemos que el cerebro tiene más plasticidad de lo que se creía y, gracias a la terapia visual, los adultos también pueden encontrar una solución para rehabilitar las funciones visuales que así lo necesiten.

Hay más probabilidad de éxito total cuanto antes se realice el tratamiento, pero gracias a la dilatada experiencia del equipo de Confort Visión, también contamos con muchos casos de éxito en adultos que logran recuperar la agudeza visual en mayor o menor cuantía.

Los tratamientos son personalizados y lo primero que realizamos son las pruebas, el estudio y el plan de terapia con lo que elaboramos un informe con los resultados que incluye el diagnóstico optométrico y el pronóstico.

En la primera parte de este tratamiento se prepara cada ojo monocularmente para mejorar la agudeza visual e igualar las habilidades de cada uno. A continuación, se trabaja la fusión de la percepción de ambos ojos en los tres niveles y en todas las áreas del espacio. Una fusión suficientemente fuerte, facilita la alineación binocular y evita que la agudeza visual del ojo ambliope vuelva a empeorar.

La duración del tratamiento es variable y puede durar meses o incluso años, en el caso de los adultos.  Es fundamental ser constante y disciplinado en la realización de los ejercicios para lograr el éxito. Una vez finalizado el tratamiento, solo hay que realizar correctamente el mantenimiento pautado por el terapeuta, para que permanezcan estables todas las habilidades conseguidas.

El plan de terapia visual de Confort Visión está basado en la realización de una serie de ejercicios visuales que pueden realizarse en nuestro centro en Madrid o en el domicilio del paciente. Si vives lejos, en otra ciudad o incluso en otro país, puedes realizar las sesiones por videoconferencia, nosotros nos encargaremos de hacerte llegar todo el material necesario. Solo es imprescindible acudir al centro para el análisis visual inicial, algún control intermedio y para el análisis visual final.

Muchos adultos pueden solucionar esta y otras disfunciones visuales gracias a la terapia visual. Consúltanos sin compromiso, nos encontrarás en la calle Orense, 7 de Madrid. Estaremos encantados de ayudarte y resolver tus dudas. Para más información llámanos al teléfono 91 533 66 63 o escríbenos a info@confortivison.com. La primera consulta, si es solo informativa, es gratuita.

 

 

 

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