Desarrollo visual en la infancia

El sistema visual del ser humano no está plenamente desarrollado en el momento de su nacimiento, aunque su evolución es bastante rápida. La mayoría de las personas desarrollamos las habilidades visuales en la etapa inicial de crecimiento, gracias a los estímulos externos que recibimos. Por eso, es tan importante realizar una estimulación temprana, para aprender a ver adecuadamente durante los primeros años de vida.

Es fundamental detectar si hay problemas de visión de manera precoz, ya que pueden afectar al desarrollo del bebé. ¿Cómo pueden los padres detectar estos problemas? Hay que prestar atención a la forma en la que el bebé gira los ojos hacia adentro o hacia afuera y cómo sigue los objetos con sus ojos. Si tenemos alguna duda, es recomendable consultar con un optometrista cuanto antes, para asegurarnos de que su visión se desarrolle correctamente.

 

Etapas en el desarrollo visual del bebé

En el momento del nacimiento, la visión del bebé es borrosa y se limita a los 20 – 30 cm. de distancia. Hasta los 4 meses aproximadamente, la visión se desarrolla y se perciben más colores, se comienza a enfocar mejor, son capaces de reconocer más rostros y empiezan a coordinar los movimientos oculares.

De los 6 a los 12 meses hay un progresivo desarrollo de la visión binocular, mejora la coordinación ojo-mano y el cálculo de distancias.

Hasta los 4 años el desarrollo visual es mayor y, en esta etapa, es muy importante que estimulemos de manera eficaz su sistema visual. Si no sabemos cómo hacerlo, podemos recurrir al pediatra o a un optometrista especialista en terapia visual que pueda ayudarnos en nuestro objetivo de lograr el mejor rendimiento visual del pequeño.

La visión se desarrolla por completo en torno a los 6-7 años y la agudeza visual habrá alcanzado prácticamente el 100%. Los ojos trabajan de manera coordinada, tienen la capacidad de enfocar y percibimos el espacio en tres dimensiones.

 

¿Cómo estimulamos las habilidades visuales del bebé?

Una actividad tan simple como el gateo tiene grandes beneficios. El niño se desplaza gateando para alcanzar los objetos que mira y le llaman la atención. Gracias a ello, se activan habilidades como el enfoque o la coordinación ojo-mano.

Los juegos de construcciones también son un buen ejemplo para su desarrollo visual. Unir piezas de diferentes tamaños, colores o texturas ayudan en la coordinación ojo-mano, el procesamiento visoespacial y la discriminación visual, entre otros. El tamaño de las piezas dependerá de la edad y la dificultad podemos aumentarla a medida que crece el niño.

Pasar tiempo al aire libre también es fundamental para la visión de las personas. Nuestro sistema visual está diseñado para la visión de lejos y el actual estilo de vida nos lleva a realizar un sobre esfuerzo en la visión de cerca. Esto ha provocado que aumenten los casos de miopía a edades cada vez más tempranas y con graduaciones más elevadas, lo que conlleva posibles problemas de visión más graves en la edad adulta.

Otra de las prácticas que más se ha extendido desde hace unos años y que afectan gravemente al desarrollo visual de los más pequeños, es exponerlos a dispositivos digitales demasiado pronto y durante mucho tiempo.

La luz azul que emiten este tipo de dispositivos y los estímulos visuales no son los más adecuados en niños pequeños, ya que su sistema visual no está preparado para ello. Existen tratamientos que protegen de esta luz en lentes (con o sin graduación) para gafas. Por otro lado, también le quitamos tiempo para que explore, juegue y experimente el mundo exterior tocando y moviéndose por sí mismo para aprender y desarrollarse.

 

¿Qué beneficios tiene el buen desarrollo de la capacidad visual?

Un buen rendimiento visual supone una mejor calidad de vida para las personas. Estas tienen una mayor facilidad para practicar deporte (correr, saltar, montar en bici, etc.) y mejora el aprendizaje. Una buena visión está directamente relacionada con el buen rendimiento escolar.

Cuando detectemos a edades tempranas ciertas dificultades en la coordinación de los movimientos, frecuentes caídas, no le gusta leer o dibujar, se cansa pronto, hay que descartar la existencia de una disfunción visual. En muchas ocasiones, hemos oído hablar de la torpeza de algún niño o niña que se resuelve con la realización de ejercicios visuales programados a partir de un análisis visual completo.

Los problemas visuales es recomendable tratarlos a edades tempranas, cuanto antes se detecten, más rápida y sencilla es su solución. Esto no significa que disfunciones visuales como la ambliopía u ojo vago, no puedan tratarse en la edad adulta. Pero, ¿por qué esperar si gracias a la terapia visual podemos ponerle solución cuanto antes?

En Confortvisión Orense (C/ Orense, 7 – Madrid) tenemos una dilata experiencia, desde 1991, solucionando con éxito problemas del funcionamiento de la visión, provenientes de todo tipo de deshabilidades visuales y en personas de todas las edades.

Nuestros ópticos-optometristas expertos en terapia visual estarán encantados de atenderte. Llámanos al teléfono 91 553 66 63 o escríbenos a info@confortvision.com para poder resolver tus dudas concretas.

 

 

No puedes copiar el contenido de esta página.