Tratamiento de la hipermetropía en niños

¿Qué es la hipermetropía?

Comencemos con una curiosidad: lo normal es que todos los bebés nazcan hipermétropes. Lo normal es que, de forma natural, esta hipermetropía se compense conforme van creciendo, llegando a la etapa adulta sin rastro de la misma. Si no se logra su desaparición antes de los 8 años, el problema persistirá durante toda su vida y puede degenerar, si es alta, en problemas de ojo vago (ambliopía) o estrabismo.

¿Cómo se corrige la hipermetropía?

La hipermetropía se puede corregir por medio de lentes de contacto o gafas graduadas. Con ellas, el ojo hipermétrope puede enfocar en distancias cortas, algo que, sin corrección, solo lo logra hacer acomodando (esfuerzo del cristalino para aportar más graduación al sistema óptico del ojo), y si no puede acomodar suficientemente, acabará generando una visión borrosa. Además, un hipermétrope no corregido puede sufrir dolores de cabeza y molestias como cansancio ocular.

  • Gafas graduadas para la corrección de la hipermetropía: es la solución por la que más familias optan. Con la corrección óptica adecuada ayudamos al ojo a enfocar y generamos relax visual al paciente. Es muy recomendable que esta compensación óptica se use siempre que se esté mirando de cerca durante un cierto tiempo, como en el cole o haciendo los deberes, aunque es aconsejable usarlas también de lejos.
  • Lentes de contacto: es una solución muy buena para los menores, ya que les da mucha libertad en su día a día. El hecho de que la lente acompañe al ojo en sus movimientos genera mayor amplitud del campo visual y una visión más natural. Además, no depender de unas gafas graduadas –que se pueden romper, entre muchas otras cosas- le ayuda a la hora de enfrentarse a los recreos, las carreras o los deportes de contacto que les gusten.

¿Se puede tratar la hipermetropía con terapia visual?

Sí, la terapia visual puede ayudarnos, dado que posiblemente esta lleve implícita una disfunción en sus habilidades visuales y estas deben ser lo más efectivas y precisas posible. De esta manera, ejercitando al ojo hipermétrope, podremos eliminar las molestias derivadas del problema –dolor de cabeza, cansancio ocular, etc.- y podemos generar un confort visual que ayude al menor en su día a día.

¿Tienes un/a hijo/a hipermétrope y quieres que analicemos su caso? No dejes de llamarnos al 91 553 66 63 o visítanos en C/Orense 7, posterior. ¡Te esperamos!

 

 

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